Fuente: Mitsubishi Carbide.
Durante el mecanizado se producen virutas. Las virutas permiten a los ingenieros de mecanizado obtener datos cruciales; mientras que para los ingenieros de producción las virutas suelen ser un obstáculo que entorpece la productividad.
Las herramientas para el mecanizado están en un desarrollo y perfeccionamiento constante, recientemente se han desarrollado sistemas de producción automáticos tales como el FA (Factory Automation). Pero para poder lograr un sistema de producción automático satisfactorio deben eliminarse los problemas en el mecanizado; para lograr esto, se debe implementar un control de virutas efectivo y un sistema de herramientas confiable.
Si se producen virutas continuas se tendrá un control insatisfactorio de las mismas, se producirán vibraciones, daños en la herramienta y deterioro del producto resultante. Además, la vibración lleva a un decrecimiento en la exactitud del componente. Tal como se mencionó anteriormente, la calidad del control de virutas afecta enormemente al proceso de producción, incluyendo la seguridad, eficiencia, exactitud y control de calidad del producto.
El control de las virutas por medio de los rompevirutas es el método más efectivo, por ello los fabricantes están constantemente envueltos en la investigación y desarrollo de diferentes geometrías de rompevirutas que serán aplicables en crecientes áreas de aplicación.
Factores que afectan al control de virutas
La siguiente figura muestra una herramienta de torneado trabajando una pieza. Cuando la profundidad de corte es h, el grosor de la viruta es 3h aproximadamente. La sección transversal de la pieza, marcada con líneas diagonales, h x l, fue mecanizada por el filo y transformada en viruta. Esto creó un grosor de viruta de aproximadamente 3 veces x h y la longitud fue reducida a 1/3 con el mismo corte transversal. Esto demuestra que el metal sufrió una gran deformación en el proceso de conversión en viruta.
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La siguiente figura muestra un diagrama de cómo ocurre la deformación. Puede observarse que la sección h del material de trabajo ha cambiado considerablemente en una forma mucho más gruesa (hc) posiblemente porque el material sufre continuamente de deformación y se acumula. El hecho de que tal deformación plástica ocurra ha sido probada por varias pruebas prácticas.
En el proceso de deformación, se generan temperaturas elevadas por fricción interna. Esta es la razón del por qué las virutas son muy calientes como para manejar manualmente aún si la velocidad de corte es baja. Además, se produce endurecimiento de la pieza de trabajo haciendo que las virutas sean mucho más duras que el material propio.